El documental no sorprende, nos sabemos de memoria la historia, pero no porque seamos expertos en la vida de la pobre Amy, si no porque la hemos visto, oído y leído, muchas veces. Lo que nos narra el documental, es el ascenso y caida de manual del artista con inmenso talento, pero frágil e inseguro hasta límites insospechados. Esa fragilidad la aprovechan los buitres que vuelan en círculo a su alrededor. Esos buitres por desgracia para el artista suelen ser los seres que más quiere, que le alejan de otras compañías más recomendables y que acaban convertidos en sanguijuelas que le chupan la sangre hasta un trágico final.
La enorme cantidad de material gráfico que hay, junto a un hábil montaje y una postproducción un poco sensacionalista (con el efecto de los flashes de las cámaras de foto se les ha ido un poco la mano), convierten este documental, casi en un biopic, ya que se sigue exactamente igual que se haría con una película de ficción que tratara el mismo tema.
Recientemente vi "Cobain: Montage of Heck" , sobre la vida y muerte del lider de Nirvana. Personalmente me gustó más, ya que considero que los demonios internos del de Seattle son más profundos, el personaje en si me parece más importante para la historia de la música (guste o no, creó un género) y el documental me parece más creativo y original. Pero desde luego esto no desmerece en absoluto, este "Amy (La chica detrás del nombre)", que me parece muy recomendable e incluso perfecto para un pase doble con el de Kut Cobain.
Pase lo que pase, con su legado, sus canciones, sus documentales, etc... Amy, la chica que hay detrás del nombre, la chica que hay detrás de la gran artista, lo verá de muy lejos, con la misma tristeza y miedo en los ojos que, en vida, escondía detrás del nombre, los tatuajes, el maquillaje y los postizos.
Amy Winehouse y su imponente voz, Cuando vivía (aunque esta mujer más que vivir, moría) jamás fue diva. Fue una persona triste, frágil y una desgraciada víctima de si misma y eso a fin de cuentas es de lo que va este documental.